Cuaderno de Zombitácora XXXIV: El amanecer de los muertos

Cartel original de
'Amanecer de los muertos'

Una breve consulta a las entradas del blog me ha bastado para confirmar mis sospechas: no hay referencia al remake de "El amanecer de los muertos", y eso no puede ser, Maria Teresa.

El remake, como algunos sabrán fue perpetrado magistralmente por Zack Snyder ("Watchmen", "300") allá por el año 2004 con un elenco de actores más bien poco conocido. Como viene siendo estilo del director, la plantilla de actores no se caracteriza por tener un caché especialmente alto, quizás con la intención de humanizar los papeles y hacerlos más asociables al espectador. 

Sea lo que sea, parió una película muy entretenida, ahíta de violencia y sangre (sin pecar de repulsiva) y, lo mejor de todo, que no cae en la fanfarronada sencilla de adoptar personajes zombie-killer todopoderosos, manteniéndose fiel a la idolatrada predecesora hija del señor G. A. Romero.

Snyder en buena compañía

Nuestro amigo Zack, al parecer, adora los retos, pues no es la primera vez que se enfrenta al desafío que supone andar de la mano de una gran obra. Sucede que "El amanecer de los muertos" primigenio es una de las mejores películas de terror de todos los tiempos, pero es que el caso que nos ocupa es el vivo testimonio de que, en ocasiones, copiar glorias de ese calibre también puede funcionar. Algo parecido sucedería cinco años después, con la adaptación al cine de una de las mejores obras del cómic hasta el momento: Watchmen.

En varias ocasiones desde que salió a la luz la novela gráfica, se ha intentado llevar al cine, pero solo Zack Snyder se atrevió a materializar ese anhelo reiterado. Resultado: una película oscura, cruda, espectacular en la imagen y sencillamente incomparable en la música, sin contar la genial interpretación de algunos de los personajes. En definitiva, nuestro Zack sabe perfectamente lo que hace.

Pero quien haya leído alguna de mis entradas anteriores en las que se hace referencia a alguna película, sabrá que no soy de hacer resúmenes superficiales y criticar el grueso de la película en cuestión. Soy un reduccionista incorregible que se queda encandilado con una banda sonora bien puesta, con una referencia, un guiño cómplice o con un fotograma concreto que me saque de mis casillas.

Como después haría con Watchmen y sus espectaculares títulos de crédito con Bob Dylan y su "The times they are a-changin'", ya dejó claros sus gustos unos años antes mezclando una inquietante concatenación de imágenes y secuencias con "The man comes around" de Johnny Cash. ¿Es el tío este un cachondo o no?

Y es que las notas de humor en la película son otro punto a favor. Un humor negro, si, pero humor al fin y al cabo. Sin ir mas lejos, la escena en la que los protagonistas encuentran el centro comercial y todavía no han hecho más que entrar, el hilo musical del mismo obsequia al espectador y a los propios supervivientes con un oportuno "Don't worry, be happy" de Bobby McFerrin.

Click en la foto para ver el opening de la película

Por otro lado, soy un fan acérrimo de los extras. En ocasiones disfruto más viendo los regalitos que traen las películas que con la propia película. Bueno, a lo mejor no tanto, pero digamos que se agradecen mucho esos sainetes extra. Un momento, disculpen... Para aquellos que no hayan visto la película, me despido hasta la semana que viene, porque ahora viene un...

¡¡¡¡¡SPOILER!!!!!

Exacto. Me veo en la obligación moral de advertirlo como buen aborrecedor de destripa-películas que soy. Bien, estábamos hablando de extras... si. De todos los que acompañan al film, me tiene enamorado el de "La cinta perdida de Andy". Si recordáis, Andy es el residente de la armería que juega al ajedrez con Kenneth y a disparar a zombies con parecidos razonables a famosos americanos desde su obligada atalaya. Un personaje al que solo oímos hablar durante unos segundos a través de un walkie-talkie pero que se explaya durante quince minutos de cinta que encontraron unos visitantes tiempo después de que los zombies tomaran su refugio y acabaran con él.

En conclusión, una película altamente recomendable en todos los sentidos, pues consigue el efecto de una pieza típica del género sin abandonar una intencionadamente perseguida elegancia. Un consejo para los que no la hayan visto: deja atrás los prejuicios que yo mismo tuve por ser la descendiente de la película que es. No te defraudará.