Del director de las trilogías 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit', os traemos esta semana 'Braindead' (1992). La traducción del titulo al español bien podría haber sido otra que 'Tu madre se ha comido a mi perro', pero así somos aquí. Así es, damas y caballeros, Peter Jackson también se atrevió con el género zombie 20 años antes de que se estrenara la primera parte de 'El Hobbit' en la gran pantalla. Eso sí, zombies con los que pasar un buen rato, ya que estos más que miedo te proporcionan hora y media de risa.
La película comienza igual que '28 Días Después', todo por culpa de un simio... Vale, ahora en serio, por culpa de un simio mitad mono mitad rata, las cosas claras. El monorrata. Este simio es encontrado por unos científicos en una isla repleta de aborígenes que, tras huir de ella, el animal es llevado a un zoo en la Nueva Zelanda de los años 50.
Allí, una joven dependienta llamada Paquita conoce al joven protagonista de la historia, Lionel. Ambos se enamoran y en una visita al zoo donde están siendo espiados por la madre de Lionel, el simio la muerde y se la llevan a su enorme mansión enferma, o eso es lo que ellos creen. La madre está infectada y al día siguiente se la encuentran devorando al perro de Paquita, escena en la que ella dice “¡Tu madre se ha comido a mi perro!” (qué pillines…). La madre es atendida por una enfermera que corre la mala suerte de ser atacada por ella y también acaba convirtiéndose en zombie.
A partir de aquí, Lionel se aparta de Paquita para que no descubra que su madre es una no-muerta, y en un intento de enterrarla, Lionel es atacado por un grupo de vándalos y uno de ellos también corre la mala suerte de ser espeluznantemente atacado por la madre cuando esta sale de su propio entierro, y entra en escena (escena muy graciosa) el cura de la peli. Visto el panorama Lionel esconde los zombies del vándalo, la enfermera, el cura y la madre para mantenerlos en el sótano de la casa (cualquier cosa por el amor de una madre).
En fin, la película se complica cuando el tío de Lionel aparece en su mansión con el afán de querer heredarla y aun se complica más cuando el tío hace una fiesta en esa casa a la que acuden muchos invitados. Comienza la lluvia de sangre. Una película que a pesar de ser de serie B (o Z) y unos efectos especiales bastante cuestionables tiene escenas que, aunque pretenden ser muy asquerosas, sólo conseguirán que te mueras de risa. Una película que no tiene desperdicio… Bueno sí, vísceras, miembros y todo eso…
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