Reseña de 'Los Caminantes: Necrópolis', de Carlos Sisí

Desde que descubrí la literatura Z me he dado cuenta de una cosa: Segundas partes siempre fueron buenas (o casi siempre). ¿Qué puedo decir cuando no encuentro calificativos para una novela que, para mí, roza la perfección? Estoy hablando de 'Los Caminantes: Necrópolis', el segundo libro de la trilogía 'Los Caminantes', de Carlos Sisí. Si la primera entrega ya me entusiasmó, la segunda me ha dejado anonadado hasta el punto de, en ocasiones, llegar a sentir miedo cuando camino por la calle de noche, a solas. No miento: Carlos Sisí ha conseguido que, en mitad de las solitarias calles de mi barrio, cuando sólo me acompaña el sonido del viento, me mantenga alerta por si, de repente, escucho un alarido gutural (sí, soy propenso al miedo).

Con 'Necrópolis', Carlos Sisí se supera. Si en la reseña del anterior libro destaqué su capacidad para crear y definir personajes, en esta no puedo hacer otra cosa que ratificarlo. La única diferencia es que, esta vez, Sisí ha tejido historias diferenciadas para los nuevos protagonistas. Tenemos al frío Reza y su grupo de caza que, como bien animaba Max Brooks en 'Zombi. Guía de Supervivencia', se empeñan en realizar algo así como concursos de talento cada vez más despiadados. También aparecen la pequeña y especial Alba y su hermano Gabriel, cuya odisea por mantenerse a salvo y el carácter de la niña inundan su historia de ternura y frenetismo. Por no hablar de otros como el enigmático Sombra o el estremecedor pasaje de los chicos del barril.

Y, por supuesto, el refugio de Carranque, un nido de peripecias y afán de prosperidad. El devenir de los supervivientes del campamento malagueño también aporta su dosis de dramatismo y acción a la novela. Los propósitos de Juan Aranda con su nueva condición, las andanzas del Escuadron de la Muerte en el Clipper Breeze -un navío a la deriva-, los avances del doctor Rodríguez es su investigación de 'Necrosum' y, cómo no, el Padre Isidro, retenido en el refugio acumulando odio y locura a pasos agigantados. Sigo diciendo que este sacerdote es uno de los mejores personajes 'malos' que leído jamás: inmune a las amenazas, despiadado y loco, totalmente loco.

Pero lo realmente impresionante de esta novela es cómo Carlos Sisí consigue enlazar las diferentes historias que viven los personajes de 'Necrópolis' en Malága y cercanías, uniéndolas en una relación de hechos de una manera tan magnífica que no permite al lector perderse durante los hechos. 'Los Caminantes: Necrópolis' es una novela donde la acción nunca se ausenta: cuando no hay sangre, hay gritos, o muerte, o frenéticos pasajes sobre superviviencia.

¿El final? No me dió tiempo a percatarme de que llegué al final, pues, seguidamente, comencé la lectura de 'Los Caminantes: Hades Nebula' -el último de la trilogía-, que reseñaré pronto y que también me tiene atrapado. ¡Seguimos leyendo!

Enlaces de interés sobre 'Los Caminantes: Necrópolis', de Carlos Sisí:

          · Reseña: Los Caminantes, Necrópolis | Reseña del libro en Tertuliaandaliza.com, por B. A. Etxaniz

          · Los Caminantes: Necrópolis | Reseña del libro en el blog El Contemplador,  16/3/2011

          · Los Caminantes: Necrópolis | Reseña del libro en el blog Rescepto, 21/10/2010

          · Necrópolis | Reseña exclusiva en OcioZero, por Fernando Martínez, 1/9/2010