Cuaderno de Zombitácora XLI: La buena tapa, con sangre entra

Cartel oficial de la ruta

Menuda sorpresa me llevé cuando, hace un par de días vi en mi bandeja de entrada un correo de Armageddon bajo el título “I ruta de Tapas de Miedo para Zombies y Mortales”. “Ya tengo Zombitácora esta semana”, pensé. Sin prestarle demasiada atención, cerré el correo y no fue hasta ayer cuando averigüé quién se escondía tras esta canallada. 

¡La gente de Hemoglozine! Si, aquellos de los que os hablaba hace dos semanas, que decidieron poner patas arriba Ciudad Real regalando a sus habitantes, y a quien tuviera a bien acercarse, un festival de cine adornado además con una marcha zombie. Pues por si fuera poco, han echado mano de su, aparentemente, inagotable imaginación e iniciativa y han montado una ruta de tapas con el sello inconfundible de la esfera zombie.

Efectivamente, por si fuera poco todo el abanico de actividades que ofrecerá esta gente durante los cinco días de juerga, añadan al plantel cantidades ingentes de comida. Bien pensado, es lo más apropiado, al fin y al cabo la condición zombie y la voracidad son dos conceptos que van de la mano. 

Este trasiego incesante de comida se desarrollará bajo el marco de lo que han venido a llamar "I Ruta de la Tapa de Miedo". Como parte integrante de la expedición granadina de la que nos habló Remuerto hace unos días, he aprendido que al ser humano, putrefacto o no, le mueven muchas y diferentes motivaciones. No obstante, la comida es el denominador común que equipara bajo el mismo rasante a fresco y al putrefacto. Monta un bar en medio de un desierto, escribe en el mismo rótulo las palabras "caña" y "tapa" y un flamante pueblo crecerá a tu alrededor. Pon un camarero en medio de un desierto y... bueno, los zombies no montarán un bar, pero el banquete se lo dejas servido. Teniendo en cuenta esto, organizando un "pasa-tapas" de estas características, no solo se espolea la economía del lugar, sino que además se sacian los maltrechos estómagos de aquellos seres de ultratumba que decidan deambular por allí.

Daniel Chamorro y Luis Eduardo González presentando la edición junto con
la edil Lola Merino. Fotografía de Alejandro Moya Rodríguez

¡Pero eso no es todo! Aun hay más ventajas. Por lo visto, Ciudad Real se está batiendo en duelo con Burgos por conseguir ser la “Capital Española de la Gastronomía 2013” y, aunque de gusto discutible por algunos (no nos engañemos, siempre está el típico mojigato que le hace ascos a un buen plato de sesos), este evento le dará el empujoncito que le faltaba a la ciudad para hacerse con el título. De ahí el apoyo de la Concejalía de Promoción Económica y Turismo de Ciudad Real, pues además de darle originalidad al asunto, contar con una nutrida horda de zombies siempre será positivo a la hora de decantar la balanza del jurado.

Folleto de la I Ruta de Tapas de Miedo entre accesorios de IKEA. Fotografía de Alejandro Moya Rodríguez

Mención a parte tienen los nombres de las tapas. Si por regla general en un concurso de tapas los nombres destacan por su brillantez creativa (Dilijarras, La bombita, Le Pavillon... estrictamente ciertas, todas ellas procedentes del 8º Destápate de Elche), en este caso, y con tamaño contexto, no iba a ser menos. Entre la oferta que los 11 restaurantes y bares que Ciudad Real pone a nuestra disposición, podremos paladear unos deliciosos "Fredicrujes" o catar una ración de "Momias de hojaldre". Pero que no os engañen los nombres, todas pintarán seguro la mar de bien. Aunque os puedan parecer algo hediondas al oído, siempre serán mejores que la tapa "Alguien voló sobre el nido de cabra" (en serio, en que estarían pensando...). 

"Ayy, pero es que yo quiero ver "La Noche de los Muertos Vivientes” y "Paranormal Activity 4” y además ir a la exposición de efectos especiales..., joé" Tranquilo, mi pequeño Zombiewan, está todo pensado. Te dará tiempo a todo. ¿Qué mejor para despertar el apetito que ver "Sinister" en pantalla grande? Pocas cosas, y eso lo saben las cabezas pensantes de Hemoglozine. Cuando termines, te pasas por alguno de los restaurantes y te haces la tapa. Que te vas a pulular con tus mejores harapos por las calles ciudarrealeñas y no quieres comerte por equivocación la prótesis de latex de la cara... no pasa nada, te zombificas, te deszombificas y después te haces la tapa. La gracia de esto es que casi todo estará intercalado con casi todo, así que si andas cerca y te pierdes algo, es porque quieres. ¡Échale un vistazo a la programación, alma cándida!

De nuevo, enhorabuena. Si da gusto ver gente tan satisfactoriamente perturbada como para montar un tinglado del calibre de Hemoglozine 2012, acompañarlo todo con una buena selección de tapas no hace otra cosa que confirmar lo que ya rondaba por la cabeza de antemano: hace falta más gente como vosotros. Como asiduo a las tapas y descendiente de familia andaluza, con la tradición en el tema que eso conlleva, les digo que me han cautivado. ¡Salud y devoren ustedes con cuidado!