Cuaderno de Zombitácora XL: Highschool of the dead

Rótulo oficial de HOTD

¡Bueno, bueno! ¡Esta sección entra en cuarentena! Si amigos, si. Cuarenta entradas ya. La gracia de los números redondos. Fijaos si es especial que hay que añadir una letra más para numerar la entrada. No es que vaya a ser una entrada particularmente grande, un extra large post, no. Lo que pasa es que el legado de los romanos es vasto y rico, pero a veces algo limitado. Ya no son suficientes las equis, las uves y los palitos. ¡Bienvenidos a la cuadragésima zombitácora!

Bien, un vistazo al contenido de esta sección puede dar la acertada impresión de que servidor mantiene una línea de intereses algo raruna. Podríais considerarme un friki y estaríais más cerca de la verdad que de la mentira. De hecho, también estaríais más cerca de mi aplauso que del rechazo, porque donde otros ven en dicho calificativo un agravio, yo veo un elogio. Me cautivan cosas del gusto de muy pocos y al mismo tiempo estoy abierto a cualquier sugerencia. No hay nada peor que un friki atascado. Se puede practicar culto a algún interés en particular, pero si cierras puertas a segundas opiniones te puedes estar perdiendo grandes cosas.

Es el caso que me ocupa, o casi. Me explico. Tengo una lista considerablemente atestada de elementos susceptibles de ser de mi agrado. Entre dichos elementos destacan series, películas y videojuegos. La oferta es tan amplia que casi da pereza empezar a ocuparte de ella. Pero todo sea por la desoxidación cerebral y la renovación de votos. Nunca sabes cuando pueden cambiar, ni que sea mínimamente, tus gustos. Así que, siguiendo un riguroso proceso de numeración y elección de altísima bondad probabilística, una recomendación ha salido a relucir entre el resto. Se trata del anime "Highschool of the dead". Vámonos.

El sistema educativo está fatal

Highschool of the dead (2010) es la adaptación de doce episodios del manga homónimo escrito por Daisuke Sato e ilustrado por Shouji Sato (2006). Por una feliz casualidad, el título revela casi todos los detalles de la obra. Efectivamente, la acción se desarrolla en un instituto japonés, donde una repentina invasión acorrala a los estudiantes en un terrible baño de sangre y mordiscos. La historia se centra en seis estudiantes y la enfermera del centro, que unirán sus respectivas habilidades e inquietudes para, juntos, poder salir de la ratonera en la que se ha convertido su instituto.

Como en muchas otras obras, en esta tampoco se revela pista alguna sobre el origen de la pandemia. Takashi Komuro, el protagonista, observa curioso cómo un personaje ligeramente cabizbajo y pálido aporrea insistentemente la puerta de entrada al recinto mientras su profesor de gimnasia se aproxima para disuadir lo que en un principio parece un simple e inoportuno borracho. Pero la curiosidad de Takashi se torna horror cuando el visitante asesta un bocado en el brazo del profesor y este, al cabo de un rato, hace lo propio con el resto de profesores por los que estaba siendo asistido. Este es el principio de lo que se convertirá en la peor pesadilla de los "inocentes" estudiantes del instituto Fujimi.

Os aseguro que es altamente complicado encontrar imágenes de esta serie que no violen las condiciones de uso de Blogger...

La obra destaca, entre otras cosas por la innovación a la hora de combinar zombies y estudiantes. Pero si hay un detalle que diferencia este anime de terror del resto es que, aunque pueda parecer mentira, acopla a los gritos y a las espeluznantes y sangrientas escenas una ingente cantidad de secuencias ecchi o eróticas. ¿Zombies y hentai en un mismo anime? Es posible.

Si bien esta reforma le da un toque de... digamos, aire fresco al género, da lugar a situaciones innecesariamente absurdas a la par que cómicas. Un amor no correspondido al más puro estilo Marmalade Boy, borbotones ingentes de sangre y un incesante bamboleo de pechos y traseros se mezclan de forma más o menos grácil en cada episodio.

Al entrar, los zombies se encontraron ante una disyuntiva: el efebo del bate o la sugestiva chica desarmada en posición casual

A parte de estos detalles, que no son pocos para calificar a este anime de, como poco peculiar, la serie no ofrece mucho más. A pesar de contar con una nutrida lista de buenos planos (y no me refiero a los que pensáis) y el detalle genial de presentar el título de los episodios de la forma más inverosímil, se repiten los mismos clichés que en muchos otros animes. Entre las filas de supervivientes, encontraréis la parejita que se ama locamente y que se ve envuelta en una situación del todo espantosa, una femme fatale virtuosa del kendo, un gordito torpe y pintoresco y una tontita más atractiva y voluptuosa que el resto de féminas.

No obstante, y a pesar de las inocentes fanfarronerías típicas de esta vertiente de entretenimiento comercial y cultural, he de confesar que he pasado un buen rato. Y cuidado, esto es un logro para alguien a quien no le entusiasma demasiado el producto japonés, pero el contenido ligero (no nos engañemos, no es Evangelion) y el reducido número de episodios añade un punto positivo más al asunto, lo que la convierte en una oferta aun más atractiva de cara a hacer una pausa diferente en la tónica habitual. Si la entrada de Jose Ignacio Wert al ministerio de educación te evoca la muerte de la enseñanza y la educación tal y como la conocíamos, espera a ver Highschool of the dead.