martes, 6 de agosto de 2013

'Resident Evil 4' desde un punto de vista cómico

Esta semana, Spoler Zombie os trae un videojuego que muchos de los que osáis entrar a leer el blog conoceréis y habréis jugado, e incluso habrá quien se haya completado toda la saga que ha salido hasta ahora al mercado. El juego del que tenemos el placer de hablaros no es ni más ni menos que 'Resident Evil 4', que salió a la venta para Game Cube en 2005 y más tarde, en ese mismo año, para Play Station 2. Posteriormente para PC, PS3 etc. Algunos os preguntaréis por qué a estas alturas, después de 10 años, volvemos a desenterrar tal  juego o si vamos con cierto retraso. Pues no, no es nada de eso.

Tampoco hablamos de él porque fuera el juego innovador de la saga, con escenarios 3D, más acción, más movimientos, nuevo estilo de uso de armas… Hablamos de él porque nos pareció el más pintoresco por las razones que os diremos a continuación. 'Resident Evil 4' tiene como protagonista a Leon S. Kennedy, después del incidente de Raccon City en 1998, en el que el T-Virus se expande por el toda la ciudad a través del alcantarillado, por culpa de Umbrella, un laboratorio de armas y experimentos biológicos. A raíz de esto, la ciudad queda infestada de zombies y el gobierno de Estados Unidos pone solución lanzando un misil nuclear a la ciudad exterminando la plaga.

Después de este suceso, Leon es entrenado por las fuerzas especiales del Gobierno estadounidense para, en 2004, embarcarse en una nueva aventura en la que tiene que rescatar a la hija del presidente de los EEUU. Hagamos una pausa, hasta aquí parece una historia de lo mas normal, típica de un videojuego. Lo mejor empieza ahora. A la hija del presidente la secuestran en España.

¿Por qué me creo yo que estamos en España?

En primer lugar, para obviar esa pregunta, en la intro del juego te escoltan dos policías en su coche, en el que van escuchando flamenco. ¡Topicazo! En segundo lugar, la hija del presidente es secuestrada en un pueblo rural situado en España por los miembros de una secta llamados 'Los Iluminados'. Ya no hay zombies, sino aldeanos infectados y muy cabreados, controlados por un parásito que esta secta les ha inyectado.

Lord Osmund Saddler
En tercer lugar, el primer aldeano al que tenemos que abatir porque no tenemos mas remedio nos dice lo siguiente con acento latino: “¿Qué carajo estás hasiendo aquí? ¡Lárgate cabr…!”. Se nota que ese señor tiene raíces en Atapuerca, aunque no solo es ése. En fin, no nos paremos.

En cuarto lugar, ese pueblo rural está tan escondido que en 2004 aún se pagaba con pesetas. Dinero que deberás usar para comprar armas, medicinas y demás utensilios a una especie de tío del 'top manta' que te espera en los puntos menos esperados del juego, como cuando vas a la playa. En quinto lugar, otro indicio por el que debes creerte que pisas tierras españolas es porque uno de los enemigos más mortales del juego es un señor con un nombre muy español: Ramón Salazar. Uno de los secuaces del mandamás de la secta, Lord Saddler. Ramón Salazar, bajito con voz de pito, nos recuerda a otro malo que ya hubo en España hace tiempo.

Por último, las pequeñas islas de España son idóneas para establecer un pequeño laboratorio. Sí, amigos. Umbrella aparece aquí también ¡y tiene su sede en España! En fin, un pueblo muy bonito, con aldeanos paletos que derrochan simpatía y su castillo. ¡Muérete de envidia, Silent Hill! ¡And güelcom tu espein!

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