'Cockneys vs Zombies', unas risas y nada más

Poco que comentar de ‘Cockneys vs Zombies’ (en España, ‘Invasión Zombie’, creativos como siempre). La pude ver hace unos días acompañado del resto de miembros de Spoiler Zombie. Al menos, la compañía fue inmejorable, pero vamos con el tema. La película trata de la historia de los hermanos Terry (Rasmus Hardiker) y Andy (Harry Treadaway), quienes planean robar un banco junto a sus pintorescos compañeros para así evitar que una constructora derribe la residencia de ancianos en las que su abuelo (encarnado por el gran Alan Ford), un ex militar que aún conserva su mala leche, pasa sus últimos años la mar de tranquilote.

Y os preguntaréis, “¿éste es el argumento de una peli de zombies?”. Pues sí, porque como bien sabéis, los no-muertos aparecen en los momentos menos esperados. Mientras duermes, cuando estás de cañas, cuando te despiertas de un coma profundo o mientras estás en casa rascándote las partes porque no tienes nada que hacer. En el caso de ‘Cockneys vs Zombies’, los muertos simplemente aparecen y se entrometen en los planes de Terry, Andy y sus amigos, obligándoles a hacer un ‘pause’ para sobrevivir.

Los actores dejan mucho que desear, y la mayoría de toques de humor están basados en topicazos. Aún así, me gustó el personaje de Jazz (Michael Maris), el típico chico de color barriobajero que se cree más duro de lo que es. Un fanfarrón que cae bien y suelta alguna que otra frase que te hace reír. ¿Los muertos? Pues lentos, mal maquillados y dan bastante cosica.

Es una película que, después de verla, sabes que es mala, mala de cojones, pero tu otro yo se niega a reconocerlo porque, al fin y al cabo, te has echado unas risas y hay alguna que otra escena tronchante e inesperada. La secuencia del anciano con un andador huyendo de un zombie es bestial. Si tenéis un par de horas libres y no tenéis nada, pero nada de nada de nada de nada de nada con lo que ocuparla, buscad ‘Cockneys vs Zombies’.