A ver, perdone... si, un momento... ¡Usted!, ¡Si, usted! ¿Le importaría...? ¡Aaaahora! Muy bien... veamos... parece que ya está todo... Bueno, aun quedaría pasar un trapito más a fondo, pero creo que ya he quitado todas las telarañas. ¡Menuda elipsis temporal dramática! No voy a justificarme. He tenido mucho trabajo. No pienso excusar mi ausencia. No he tenido tiempo ni para pensar. No voy a disculparme. Perdón.
Cariño, esto SI es lo que parece |
Aunque un servidor "descanse", el proceso de descomposición de algunas cabezas "pensantes" no para, y es precisamente lo que he tenido el placer de comprobar hace escasos días solo con poner un pie en los vastos dominios de Google. No es la primera vez que una academia para vigilantes o fuerzas de seguridad contrata los servicios de todo un ejército de figurantes para entrenar a los clientes bajo las circunstancias más inverosímiles (C de Z XXXVI: Simulacros, para qué os quiero). Prestigiosos centros de investigación han puesto a nuestra disposición un kit de normas imprescindibles para hacer frente a un ataque zombie (C de Z X: Cuando las autoridades hablan). Incluso se han llegado a crear asignaturas en carreras universitarias donde aprender los puntos débiles de esas criaturas a las que nos consagramos en este blog (C de Z XXIV: Zombies de libre elección). Por todas estas razones, cuando encontré lo que os traigo hoy, lo primero que me puse a buscar fue la aclaración: "Ha, ha, ha, tranquilos, esto solo es una chanza sin importancia, una estrategia de marketing, aun no nos hemos vuelto locos".
Lo chungo de verdad viene cuando no encuentras por ninguna parte esta puntualización y te entregas a la evidencia de que la gente ha perdido la cabeza mucho antes de que los zombies hayan siquiera llegado a su barrio.
Os hablo de munición. El mundo de la balística. En España no se mueve demasiado este tema, a no ser que tengas animales disecados en algún rincón de tu casa y tu padre esconda cepos y una escopeta en lo alto del "armario prohibido". Sin embargo, en EE.UU. las armas y, por ende, la munición es un mercado tan ágil y nutrido como el del pan. Hay casas, de distinto prestigio y variedad, con mayor o menor aceptación... en definitiva, todo un pantone de la muerte que deja sin aliento. Y, claro, tal heterogeneidad da pie a las campañas de marketing más variopintas. Y este es el caso que nos ocupa hoy.
La casa Hornady, un gigante del sector armamentístico cuyo lema es "Mortífero, preciso y fiable" (no hay más preguntas, señoría), pone a la venta un abundante catálogo de munición "antizombie". Habéis leído bien. Cartuchos metálicos y no metálicos, para arma corta y para escopeta y fusil en nueve distintos calibres, bajo el nombre de Zombie MAX. Just in case... ("Por si las moscas...").
La puntita milagrosa |
Bueno, en realidad, hay algo: una punta verde. Si amigos, cada una de estas piezas cuenta con una puntita verde que, por lo visto, alberga el secreto para matar (¿?) a tus zombies más allegados. Por más que se busca por su web, no se encuentra ninguna descripción de sus características (tipo de núcleo, de encamisado u otras características).
Es justo en este momento cuando te surge la duda que os planteaba al inicio del post: "Esta gente está de coña, ¿no? Si, debe estarlo". Y es también en este preciso instante se te cae el mundo a los pies porque logras leer en una advertencia al pie de página que reza:
La munición marca Hornady Zombie Max no es un juguete (es munición real), y está destinada a ser utilizada en... ZOMBIES, también conocidos como los muertos vivientes, no-muertos, etc. Ni seres humanos, vegetales, animales, vegetales o minerales deberán ser disparados con munición Zombie Max. Una vez más, repetimos, munición Hornady Zombie Max™ es para uso exclusivo en zombies, y esto no es un apodo, una frase o una bonita manera de referirse a cualquier lugar o cosa. Cuando decimos Zombies, queremos decir ... ZOMBIES!
Os dejo a vosotros lo de las conclusiones. Pero antes, echad un ojo al vídeo promocional, por si aun no habíais perdido la poca fe que os quedaba en la humanidad.
Pues sí, uno espera ver algo peculiar, particular en esa munición, y como bien comentas no hay diferencia entre una munición normal y esta, salvo el plástico verde que indicas para expandir la bala en el momento del impacto y las referencias a Zombi en las cajas, etc. Pero vamos los cartuchos de escopeta cuando los han abierto salía el mismo plomo que en otros cartuchos.
ResponderEliminarPero y lo que mola, ¿eh?, ¿eh?, ¿eh?.