Un camión robado para huir de los zombies

¡Ojo, cuidado, chaval! ¡Te persigue una marabunta de muertos vivientes! ¡Tienes que huir, maldito desgraciado! Ellos son más veloces que tú, mira a tu alrededor y busca algo con lo que puedas escapar y permanecer a salvo. A ver... Esta bicicleta no, el monopatín del niño tampoco. Oye, ¿y si coges el bonobús? Claro, puedes esperar tranquilamente a la guagua en la parada, que mientras los muertos se comerán unas pipas o algo. Tú tranquilo. ¡Pedazo de imbécil, CORRE!

Y el imbécil, obediente, corre y se encuentra un camión. ¡Un camión! Allá que va el tío. Si no es un vehículo muy veloz y corre peligro de quedarse atascado en carreteras estrechas, al menos es férreo y el interior es seguro. Se sube al camión, lo arranca y el cigarrito de la felicidad se le cae de la boca. Es igual, luego pensará en eso, ahora tiene que huir, y si por el camino deja siete heridos tras varias colisiones, pues no pasa nada, porque el tío ha conseguido huir de los zombies.

¿Que si esta historia es real? Pues casi. 

Porque esto es lo que le pasó a Jeremiah Hartline, un joven americano de 19 años que robó un camión para huir puesto que, según cuenta el tipo en cuestión, lo estaba persiguiendo una horda de muertos vivientes en una carretera que une San Diego con Las Vegas. Pero la cosa no queda ahí, porque durante su huida de las feroces fauces de los zombies, colisionó en varias ocasiones con otros vehículos dejando siete heridos leves en su camino. Y todavía hay más: El pájaro este aún dijo frente al juez que podía probar que los no muertos iban a por él.

Las autoridades, benditas ellas, han ordenado que los servicios sanitarios examen al tal Jeremiah para descartar, o mejor dicho, corroborar que está como una regadera. Todo el mundo sabe que para huir de los zombies lo mejor es una moto, y no un camión lleno de fresas. ¿O no?