Qué mejor manera de volver a publicar una reseña después de mucho tiempo que hacerlo con una gran novela. Hablamos de 'El cuarto jinete: Armagedón' (Dolmen), de Víctor Blázquez, la continuación del libro que supuso el debut de este escritor sevillano. Si con el apocalipsis de Castle Hill ya me fue imposible separar la vista de cada una de las páginas del tomo, con 'Armagedón' he maldecido las tareas diarias que me quitaban tiempo para leer. Muy buena segunda parte de la historia, en la que Blázquez nos vuelve a traer esos zombies endiablados y hambrientos que no dan un respiro ni a los protagonistas ni, por supuesto, al lector.
A los muertos vivientes se les ha quedado pequeño Castle Hill, y ahora van a por todo Estados Unidos, comenzando por Los Ángeles. No temas, no tengas miedo, mientras permanezcas al lado del narrador, él mismo te irá mostrando cómo todo sucede y cómo los pequeños supervivientes de la catástrofe en aquel pequeño pueblo de postal tienen que luchar otra vez contra un enemigo feroz y despiadado. La narración en presente y ese discurso en conversación continua con el lector triunfan en 'Armagedón' más que en su predecesora, tal vez, por la gran cantidad de historias y el enorme espacio que abarca esta segunda novela.